Todavía hay gente que me mira raro cuando digo que me gustó más Planet Terror que Death Proof. Como si fuese un sacrilegio criticar una obra de Tarantino, director al que venero, pero eso no me ciega ni me impide calificar su última creación como irregular y descompensada. Mientras que los primeros minutos derrochan cinefagia en estado puro, a medida que avanza el metraje va perdiendo interés, dejando un sabor agridulce cuando aparecen los títulos de crédito. Creo que no soy el único que abandonó la butaca pensando que Quentin podía haber ofrecido algo más, pese a contar con numerosos aciertos en este homenaje al cine setentero.

En Planet Terror había zombies, mad doctors y múltiples elementos fantásticos, pero creo que encontrar chicas como las protagonistas de Death Proof resulta más difícil de creer, más propio de la ciencia ficción. O de la magia del cine, porque seguramente no existan, al igual que tampoco existen James Bond, Danny Ocean, Tyler Durdeen u otras fantasías del género femenino. Quentin Tarantino añade a su imaginería particular las pin ups contemporáneas, con las curvas de un cómic de Adam Warren y las aficiones de un lector habitual de este blog. De las ocho, ¿cuál sería tu favorita para un spin off?