sábado, 12 de abril de 2008

GAFAS CON SABOR A TOMATE

Hacía tiempo que no escribía nada para la sección TVfobia pero hoy voy dedicar el post al nuevo programa de Telecinco Las gafas de Angelino antes de que decidan retirarlo de la parrilla, que imagino será pronto. Como ya comenté en el artículo de La Noria, esta cadena es experta en ofrecer sustitutos que son más de lo mismo, en anunciar unos vientos de cambio que se quedan en nada. Cuando, de manera precipitada, se despidió el Tomate muchos esperaban un nuevo formato para las tardes capaz de reenganchar a la audiencia perdida que optó por Se lo que hicisteis... o Fama, pero no ha sido así. Mismo decorado, mismos rótulos, mismas locuciones en los videos, misma presentadora... demasiadas similitudes. Incluso Angelino parece una versión reducida de Jorge Javier, cambiando sus ingenuos comentarios llenos de maldad por las todavía más crueles improvisaciones de su antecesor.

Asi será el futuro debate por el estado de la Nación

Angelino es un híbrido entre Jorge Javier y Fidel (de la serie Aída) que resulta igual de repelente que los niños que protagonizan las películas de Spielberg. Carmen Alcayde ya no luce solo escotes, sino también pantorrilla, y sigue empeñada en demostrar su poco arte bailando sevillanas. Un intento fallido de conseguir la buena química entre Patricia Conde y Ángel Martín, especialmente cuando (copiando al programa de La Sexta) leen titulares de prensa con la mancheta sobreimpresionada en pantalla y dan paso a videos de otros programas.

Plano medio según el libro de estilo de Telecinco, ¿para que respetar el aire por arriba?

Originalidad nula, guiones sosos, poco ritmo y falta total de entendimiento entre presentadores. El resultado final es casi tan malo como el propio nombre del programa y, con argumentos así, es fácil pronosticar que no llegarán muy lejos. Tampoco creo que nadie lamente el final de Las Gafas de Angelino, salvo quienes trabajen ahí y los profesores que tengan que soportar de nuevo al chaval.